Description
Libro - Book
Autor: Rafael EstTnger
Editor: La Habana
Paginas: 194 de 6.5" X 9.5", 1949.
VARIOS amigos, al conocer el prop=sito de publicar esta biograffa, me han preguntado: "+Hist=rica o nove- lada?" Yo, a la verdad, nunca he comprendido bien la distinción que pretenden, aunque la sospecho. Para mf toda biograffa ha de ser rigurosamente histórica, o no es una biograffa; pero tambiTn, y de ahf proceden las confusiones, nunca he crefdo que una biograffa pueda omitir la forma de la novela, si es que merece consideración de obra literaria. Fueron los novelistas quienes tomaron de los historiadores la amenidad narrativa, y no a la inversa, como generalmente se cree: Herodoto fij= la pauta. La costumbre de narrar sucesos imaginados debi= surgir de la afición a referir sucesos reales, Por una avasalladora incontinencia de la fantasfa. Mas la ocasión es importuna para reanudar el viejo tema. S=lo quiero aclarar, de una vez por todas, que ni en esta biograffa, ni en las anteriores, he tenido la presunción de inventar una sola peripecia d�ndola por verdadera. Cuanto aquf se narra podrfa acreditarse can documentos o testimonios, a no ser los casos en que el modo potencial del verbo indique a los lectores, sin llamarles a enga�o, que se trata de una situación probable, aunque no realizada.
Al escribir la biograffa no pensT en la necesidad de las acotaciones. S=lo m�s tarde, al escuchar que en muchas personas inteligentes existe todavfa la confusión entre lo novelesco y lo biogr�fico, optT por a�adirlas sin otro interTs que el de ofrecerle apoyo documental. De ahf que no siempre doy las fuentes prfstinas y me limito a se�alar un texto cualquiera que corrobore mi aserto.
Debo advertir que en las notas suprimf la mención bibliogr�fica de muchas frases atribuidas al propio hTroe. Cuando la nota s=lo exprese la fecha, ha de entenderse que la cita procede necesariamente del diario, las cartas, o las proclamas, generalmente reproducidas en la biograffa que escribi= el hijo. Cuando la nota se refiera solamente a carta, sin mencionar el destinatario, ha de tenerse como tal a la se�ora Ana de Quesada. En la obra del hijo�como en el Museo de Santiago de Cuba, donde est�n depositados�tales documentos se hallan en orden cronol=gico, y de esta suerte resulta f�cil localizar la expresi=n sin ninguna otra referencia. Por �ltimo a�adirT que este libro no es una exaltación de CTspedes, sino un esfuerzo por interpretar su humanidad compleja y dram�tica. Yo no elogio ni censuro; yo s=lo narro los hechos y le dejo al lector la posibilidad de impartir justicia. Creo que el culto a la verdad es la �nica lección de moral a que est� obligado el bi=grafo. PodrT incurrir en equivocaciones; pero no en mentiras.
Have one to sell?